En numerosas ocasiones, el aspecto y comportamiento de la llama que emite nuestra caldera nos puede ayudar a identificar  algunos problemas de importancia.

El color de la llama

En los calentadores de gas, una combustión adecuada debe producir una llama de color azul clara y constante. Este color es resultado directo de la composición química del gas natural. En el caso del propano, un derivado del gas natural, también debe presentar un color azul, pero puede presentar un matiz amarillo en la punta de la llama. Una llama inconstante de color amarillo o naranja puede ser un indicador de que el calentador no está funcionando correctamente, lo que podría deberse a una obstrucción en el quemador que impide la mezcla adecuada de aire y gas que se necesita para que una combustión eficiente.

Si la llama no se enciende: Una causa habitual, aunque no única, de esta incidencia suele ser que la sonda de calefacción está defectuosa o que el termostato interno no funcione correctamente.

Se enciende la llama pero no la calefacción: Este problema puede deberse a una acumulación de aire que debería extraerse. Otra de las razones puede ser que el caudal de agua sea de nuestra caldera sea muy limitado.

La llama se enciende y apaga de forma intermitente: Junto a este fenómeno es habitual que dejen de funcionar la calefacción y el agua caliente sanitaria. Se trata de un problema bastante común y que a menudo se debe a la suciedad acumulada en los quemadores.