España y Europa suspenden en eficiencia en calderas
El balance de 2018 señala que dos de cada tres dispositivos estaban obsoletos
La etiqueta eficiente de los equipos instalados de calefacción y ACS lleva un año de actividad y en este periodo los inspectores han determinado que los datos de Europa y España en eficiencia son de suspenso. Según Vicente Gallardo, presidente de la Asociación de Fabricantes de Generadores y Emisores de Calor (FEGECA), en 2018 había en torno a 120 millones de calderas establecidas en nuestro continente; un 65% de ellas, ineficientes. De esta cifra total, se estima que nueve millones estaban en España y dos de cada tres, cerca de 6 millones, estaban obsoletas.
La implantación de la etiqueta ha tenido como objetivo promocionar la eficiencia energética sin alterar el nivel de confort de los consumidores. Para ello, FEGECA planteó reducir las emisiones de efecto invernadero, así como las que provocan la lluvia ácida (NOx) en el sector residencial. La principal conclusión de este etiquetado era informar a los consumidores acerca de la disposición de tecnologías alternativas más eficientes, además de remarcar la necesidad de sustituir los dispositivos viejos.
Un buen ejemplo de eficacia y rendimiento óptimo son las calderas de condensación, como ya comentamos previamente en un post íntegro sobre ellas. En comparación con una caldera convencional, estos aparatos permiten ahorrar hasta un 25% del consumo de energía y reducir hasta un 35% las emisiones de CO2. Además, los gases que desprenden son menos contaminantes. En conclusión, son más respetuosas con el medioambiente.
Contenido de la etiqueta eficiente
Estas etiquetas son similares a las de los electrodomésticos nuevos, indicando la eficiencia de los equipos gráficamente. Hay un total de ocho calificaciones en función de la antigüedad y la tecnología de la caldera instalada: A+ corresponde a los sistemas más eficaces, mientras que con la G se califica a los equipos más anticuados (más de 25 años) e ineficientes.
Ahora que los consumidores tienen constancia del estado de sus calderas, se les suma la posibilidad de mejorar en términos de eficiencia, sustituyéndolas por las de condensación. Tienen una calificación A y pueden alcanzar A+ si se instalan junto con un elemento de control de temperatura. Estos elementos de regulación también tienen su propia clasificación energética con un grado de eficiencia que puede ir desde el 1 al 5%.
No te la juegues con un equipo obsoleto en casa, ya que en cualquier momento podría llegar a tener alguna fuga. En Rioclima te atenderemos encantados para asesorarte y buscar el dispositivo que mejor se adapte a tu hogar.
Fuentes: GCI, FEGECA, caloryfrio.com
Comentarios 0