El 75% de los trabajadores discute con sus compañeros por culpa del aire acondicionado, queda inaugurada la guerra de todos los veranos

Los resfriados, dolores de cabeza, contracturas musculares, afonías e irritaciones oculares y cutáneas abarcan la mitad de las bajas laborales y el 40% de los motivos de consulta en los centros de atención primaria durante el periodo estival.

Un uso incorrecto del aire acondicionado en los centros de trabajo es, además de un motivo de enfado entre compañeros, una de las razones más importantes del absentismo laboral durante los meses de verano. Por ello, Anepa (la Asociación Nacional de Entidades Preventivas Acreditadas) recomienda a todas las empresas que inviertan en buenos sistemas de aire acondicionado para evitar bajas. Además, es importante impedir que se generen conflictos que desemboquen en un mal ambiente de trabajo, ya que esto reduce la productividad.

La normativa del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en los Espacios de Trabajo indica que se deben evitar las temperaturas y la humedad extrema, las corrientes de aire, la irradiación solar excesiva a través de ventanas o paredes de cristal y los cambios bruscos de temperatura.

Según un estudio realizado por el Barómetro HGS de la Salud en Entornos Laborales el 81% de los trabajadores asegura que la temperatura de su lugar de trabajo repercute negativamente en su rendimiento mientras que el 49% considera que no es la adecuada. Casi la mitad de los encuestados que riñen con sus “colegas frioleros” les recomiendan que se lleven una chaqueta al trabajo, ya que según alegan es más fácil paliar el frío que el calor.

TEMPERATURA IDÓNEA

Por otro lado, no hay que olvidar que la finalidad primaria de un sistema de aire acondicionado en un edificio de oficinas es proporcionar un buen nivel de confort térmico. Según el  Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en los Espacios de Trabajo, la temperatura interior debe mantenerse entre 20 y 24 ºC en invierno y entre 23 y 26 ºC en verano. Este estándar no especifica la humedad relativa, que se considera que debe estar entre el 20 y el 60% (preferiblemente del 30 al 50%).